Adiós a las Hermanas Capuchinas
Ahora, que parece inmediata la triste pérdida para Barbastro y su comarca de la Comunidad de Hermanas Capuchinas, ofrecemos por afecto y gratitud, y a modo de entrañable despedida, el apartado del “Libro VI de Actas del Capítulo de la Santa Catedral de Barbastro (1654 – 1689)” en que con fecha 2 de febrero de 1670, quedó determinada la embajada dispuesta a su recepción y los actos con que se celebró su llegada.
Según este documento, en reunión del Cabildo del día 31 de enero de 1670, el señor deán propuso que, puesto que el señor Obispo y “la Ciudad” (Ayuntamiento) ya habían realizado su visita a las religiosas Capuchinas que, procedentes de Huesca, iban a fundar una comunidad en Barbastro, el Cabildo debería hacer lo propio. Se resolvió constituir una embajada de dos canónigos para visitarlas en la “casa de la Virgen del Pueyo” donde se encontraban alojadas hasta el día 2 de febrero en que, según un estricto protocolo que queda perfectamente descrito en el acta subsiguiente, harían su entrada en Barbastro.
Las religiosas fueron conducidas a la casa del señor Obispo, en cuya capilla tomaron el hábito 7 hermanas, de manos de las cuatro fundadoras. Por la tarde, junto al prelado, se unieron a la comitiva formada por el Ayuntamiento, ciudadanos y representantes de los gremios, y se dirigieron a la Catedral, donde recogieron el Santísimo Sacramento y, bajo palio portado por doce canónigos, lo condujeron en procesión hasta su nueva casa para que quedara en reserva. El itinerario fue “por donde se acostumbra y de vuelta se bajó por el Rollo al Coso, y Coso arriba a su convento de las religiosas”.
Instaladas en el convento, y acompañadas de cuatro capitulares y el señor Obispo, se optó por ofrecer invitación pública a la visita del mismo y fue tal la aceptación de este ofrecimiento, que el acta concluye del siguiente modo:
“De hecho, entraron los dos días tanta gente, que no debió de haber ninguna persona que no entrara. Al tercero día se cerró la clausura para siempre en donde están con grande aplauso de toda la ciudad”.