Tricentésimo aniversario
DE LA TRASLACIÓN DE LA IMAGEN
DEL S.TO CRISTO DE LOS MILAGROS. CATEDRAL DE BARBASTRO.
Los libros de Gestis de una catedral recogen lo tratado en las reuniones de su cabildo, con especial cuidado en la redacción de sus acuerdos. Así, en el Gestis VII del fondo Capitular de este archivo, correspondiente al período 1689-1743, quedó consignado el devoto empeño y la meritoria acción de la Cofradía de las Almas para lograr una capilla digna de recibir y mostrar para su veneración la imagen del Santo Cristo de los Milagros, de la cual era custodia.
En estas actas de las reuniones del cabildo puede hacerse seguimiento de las resoluciones tomadas respecto del reparto de funciones a los canónigos correspondientes en “el modo de hacer la translación a la nueva capilla”, de los preparativos litúrgicos con colocación primero de la imagen en el altar mayor y cuatro fiestas posteriores, de las relaciones con otras instituciones como con el ayuntamiento para la obra de ampliación y con el Prior de las Almas para ordenar los actos, así como de la participación del gremio de Labradores, y de cuantos fieles habían contribuido con sus limosnas y deseaban ahora “cortejar al Sto. Christo”.
Tras varios años de obras, en fecha 2 de junio de 1722, leyó el deán en capítulo la propuesta cofrade de cómo realizar la fiesta del traslado de la Santa Imagen desde el altar mayor a su nueva y definitiva capilla. Y por fin, con vísperas solemnísimas, el día 19 de julio de ese mismo año –se cumplen este mes tres centurias–, se trasladó con todo esplendor y ceremonial la imagen del Santo Cristo de los Milagros en una procesión general; los días siguientes, hubo misas con sermón de los predicadores más conocidos e intervenciones del coro. Un acontecimiento largamente deseado, que repercutió notablemente en la ciudad de Barbastro y en su comarca.
El capitular que actuó de secretario concluyó sus anotaciones sobre estos actos en el Gestis del siguiente modo: “Se omiten otras funciones con que han manifestado los fieles su mucha devoción, por haber sido fuera de la iglesia, y por eso menos propias de escribirse en este libro. El concurso que ha habido en todos estos días en esta ciudad acredita bien la devoción de todo el Partido, porque verdaderamente no se habrá visto jamás en Barbastro tal gentío”.